jeudi 12 février 2009

BUENOS AIRES (1)

Estaba extenuada, pero la excitación era tan grande, que olvidé todo cuando el avión tocó suelo.
La primera impresión que tuve de Buenos Aires fue la de estar en Nueva York con sus inmensos edificios y la muchedumbre apresurada en el centro.
  • Transportes

Si uno quiere tomar un taxi, las calles están llenas de estos coches negros y amarillos. Pero no se asusten, porque conducen de manera más...”salvaje”, que en Francia, ¡e incluso más que en Marsella! Es mejor hablar en castellano a los chóferes porque pueden aprovecharse, y hacerles dar vueltas para que paguen más.



Los remises son taxis pero un poco más caros porque son más seguros. Tienen su propio coche y es difícil distinguirlos en las calles, porque en general son los hoteles los que los llaman para los clientes.

Los buses son numerosos, y cubren una gran parte de la ciudad. Astucia práctica: hay que decirle al taxista el lugar donde uno quiere ir, el precio del ticket dependerá de la distancia, pero en general, ronda el peso. Hay que tener menudo, porque el dinero se pone en una maquinita, y el taxista no tiene cambio.


El subte (es así como se llama el metro) está constituido por numerosas líneas, pero que no cubren toda la ciudad. Las paradas están muy distantes unas de otras, o sea que en general hay que caminar o tomar un bus.

  • Pasear

El microcentro es muy denso tanto al nivel de la gente, como de las tiendas, de los restaurantes y de los bares. Una de las calles peatonales más conocida es la calle Florida.

No hay que extrañarse al ver representaciones de Tango en las calles. En general son bailarines profesionales que quieren compartir con un público diferente su arte y su pasión. Se ponen en medio de la calle, con la ropa y música típica, y consiguen embrujarle, y a veces, eligen a una persona del público para enseñarle un pasito o tomar fotos.


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